——Mi aventura azul—— (Diario de una Familia descubriendo el Autismo)

Ser padre no es fácil,los niños no vienen con un manual de instrucciones; Pero ser padre de un hijo con autismo es un nivel de complicación mucho mayor, es como si en un videojuego te pusieran varios niveles y eligieras el nivel experto sin haber hecho un tutorial previo. Desde que obtienes el diagnóstico se entra en un bucle de médicos, pruebas y terapias que parece no tener fin. Yo antes no usaba agenda, no me hacía falta, lo tenía todo organizado en mi cabeza...pero desde ese momento la agenda empezó a formar parte imprescindible de mi día a día porque si no iba a terminar loca intentando recordar las miles de citas que tenemos...  todo eso conlleva a dejar de hacer las actividades que a mí misma me gustaban, a dejar de lado los planes con mis amigas ,a dejar de salir y a tener tiempo para mí misma (A veces me siento egoísta por pensar eso). Comenzamos con los médicos ,con los papeleos ,con la concesión de la discapacidad, con la concesión de la plaza en el centro de atención

Se suele hablar mucho de la importancia de los abuelos y de la impronta que dejan sobre sus nietos ,pero no he oído hablar de la grandísima importancia que ejercen los abuelos azules.  Nos podéis imaginar cuál importantes y necesarios son.. Para ángel ,el nivel de apego y de entendimiento que tiene con su abuelo no se lo he visto con nadie más ,son uña y carne, una ayuda esencial para su desarrollo y su relación con el entorno. Verles interactuar me hace sentir que todo el camino andado y lo que nos queda por andar merece la pena. Ellos son los únicos que realmente saben ponerse en nuestra piel, que comprenden lo que su nieto quiere y necesita,saben por lo que pasamos y compartimos las buenas y malas rachas . Abuelos, gracias por vuestro apoyo incondicional , sois una pieza clave de este puzzle

Nunca es fácil asumir cuando se recibe un diagnóstico, siempre se tiene miedo a lo que viene después... al desconocimiento... miedo al futuro... en ese momento pasan 1000 cosas por la cabeza... qué será de su futuro? qué pasará cuando yo no esté? sabrán los demás aceptarle? Esas son las preguntas que todos los días rondan por mi cabeza en silencio después de saber que mi hijo era autista.  Al principio me echaba la culpa de su diagnóstico, le echaba la culpa a mi marido y a todo lo que nos rodeaba para cerrarme de alguna manera y justificar su forma de ser. Pero llegó el momento de coger el toro por los cuernos y aceptar que mi hijo es y será siempre autista porque es su esencia, se nace autista.  Con el tiempo he aprendido a ver más allá de ese diagnóstico, Y aunque al principio es un caos de papeleos y pruebas médicas y terapias, me quedo con la mejor parte...y ésa es mi hijo; Él me ha enseñado a ver más allá, A ser más observadora con el entorno que me rodea, A anticiparme y a